El Yeti no es mi padre

(Relatos, Cine, Música....)

Ya no suenan. Ni en la lejanía. ni en el viento.

Quién sabe cuando sonaran las campanas.
Solo se sabe cuando sonaron por última vez. En alquel año espeso de lluvia, lleno de verde y bondad.

Hoy ya no suenan las campanas.
Ni rien, ni cantan.
Hoy reina el silencio, inoquo hasta la medula, hasta la enfermedad.
La tierra se seca y las paredes se agritan.
La gente envejeció... Y se marchó.
Nadie goza de ilusión, ni de esperanza.
Todos te temen, todos nos temen.
Ya que hoy ya no suenan las campanas
Ni rien, ni cantan.
Pués todos lloran al pensar que todo, en esta vida, se puede... acabar.

Son las 3 de la mañana

Aquí son las 3 de la mañana, en otra parte del mundo, otra hora, supuestamente.
Unos duermen, otros despiertan, unos se marchan, otros, llegan.
Unos se van a trabajar, otros vuelven.
Probablemente algunos se estén bebiendo un café. Otros un baso de leche tibia con miel.

Tantas manos trabajando, tantos dedos en movimiento a la vez que sus corazones laten.
Unos parpadean, y seguramente, que otros intentan no hacerlo.

Yo escribo estas palabras, y al tiempo, otros las leen. Yo ahora las leo yo. Y tu, posiblemente, también.
Yo canto ahora. Lastima que no aprendieras a escuchar, te hubiera servido, creo, que para dejar de llorar.

Aprende de tu corazón. Que mientras duermes te mantiene en vida, te hace respirar y soñar. A el no le importa que sean las 3 de la mañana. Pero a ti sí. Por eso digo ahora, que deberías dormir.

Absoluta convicción de mi presencia

Estancias de más de 100 años en un mismo lugar.
Cientos de piedras partidas
Cientos de carnes comidas
Cientos de ideales perdidos
Y encontrados
Millones de miles amaneceres vistos menos un anochecer
Infinitos compos de nieve atrapados
732 sabios visitados con esperanza de saber un poco más.
731 marchas en son de decepción.
1 alegría
1 ilusión
1 amor.

Cada momento que respiro, más lejos me siento del final. Pero aun así, más reitero en mi petición de posición absoluta ante la vida que me rodea. Por ello comprendo este infinito proceso de adaptación a la vida, que empezó hace millones de años y acabará dentro de billones.

No, no puede ser, hoy no, pero lo será, eso seguro.