El Yeti no es mi padre

(Relatos, Cine, Música....)

Trailer Unicron's Fiesta Party

Mi compañero y yo hemos estado trabajando en una serie de vídeos para abrir un canal en YouTube.

El canal se llama Unicorn´s fiesta party.

Hoy estamos de estrenos y hemos subido el primer video.

Pegadle un vistazo :)

Nuevo Blog.

Llegó el momento de "semicongelar" este espacio.

Lo abrí en el 2008, y en él hay escritos demasiados sentimientos que ya no me preceden. Que una vez fueron míos, pero que ahora ya no tienen nada que ver conmigo. Ya no los necesito.

Por eso digo, que "Semicongelo" este espacio. Se queda respaldado y abierto. Para quién quiera pensar en algún momento.

Pues bien. Este es el Nuevo Blog.


Un cambio de ciudad requiere cambios internos y este es uno importante!

Nos seguimos viendo! Todos estamos a un tiro de piedra. Os quiero!!

Escribir para borrar.

Ayer escribí un post.
Lo borré a los 10 minutos.

¿Que decía? ¿De qué hablaba? El título era Removiendo el pasado.

Al releerlo me quedé estancado en el título. ¿Por qué debía removerlo? El pasado pasado está. No entiendo la razón por la cual, en ocasiones decaigo y me empeñó en hacerlo.

En hacerlo mal.

Hoy me duele el estómago, puede que ayer no debiera haber bebido nada. El Ron cada vez me sienta peor. Y lo sé, pero se me olvida. ¡Pero mi cuerpo siempre me recordará que algo hago mal! ¡Pero me lo recordará justo después de haber caído!

Los humanos... Casi nos olvidamos. Ya no escuchamos a nuestro cuerpo, no entendemos nuestras vísceras. Nos empeñamos en sobrevivir a nosotros mismos con ritos de agua y luna...
¿El motivo? La falta de credibilidad ante nuestra persona. Sabemos hablarle al universo, le pedimos cosas, favores, deseos. Sin saber que es a nosotros mismos a quién debemos pedírselo. Que debemos escucharnos, siempre obtendremos respuesta... Y es, francamente, más fácil obtener una respuesta del presente, que no una del pasado. El pasado se borra sólo, poco a poco. Escribir para borrar.

En soledad, todo sabe diferente. Aunque en ocasiones puede resultar difícil saborear lo que pasa dentro de ti.

En conjunto. Es magia. La conversación que asciende entre palabras que se transforman en frases que difieren a colores realmente hermosos. Te olvidas del cuerpo encajado en un postura cómoda, y dejas que pasen las horas hablando y hablando, lanzándoos colores danzantes el uno al otro.
Lo echo de menos. Echo de menos hablar contigo. Y no me cuesta reconocer, que te echo de menos a ti. Tus palabras que se convierten en frases que difieren a colores hermosos.

Quiero tus palabras. Son mi presente. Y ahora escribo, con la intención de ahogar el escrito en comas. Continúa, continúa, continúa, continúa, a mi lado

Poner fin a algo, es matar un final que nunca conoceremos...

Por eso, deseo acabar esto con puntos suspensivos...

...

Entre 9 y 10 horas más tarde de la primera mirada:


-¿Oyes eso? Es el rumor de las olas.
-¿Qué dicen?
-Nada y todo. Nos avisan, nos alivian, el viento que las acompaña nos limpia. No hay palabras, sólo es emoción, una emoción que ellas entienden a la perfección y nosotros no, aunque nos empeñemos en descifrar el mensaje.

Se hizo un silencio cómodo, arrebatador. Las luces, siempre presentes en la noche, testigos de momentos inalcanzables, titubeaban tímidas en las montañas lejanas que arropaban la costa. En ocasiones, el viento impulsado por el horizonte infinito arrastraba nuestras palabras más allá de nuestra propia percepción. Haciendo, que nuestra condición se sintiera arrebatada por el mundo y sus presentes.

Presentes, presente, presencia.

-Hablando de presencia. ¿Estás aquí? ¿O es un sueño?
-Jamás podremos descifrar el mensaje.
-La vida es así. Etapas en las que estamos absolutamente convencidos de nuestra presencia. Y momentos en los que no podríamos asegurar ninguna de nuestras vivencias.

¿Realidad o sueño?

El sueño, efímero y finito. Que tenga lugar en la mente no significa que no sea real. Que suceda o no, no significa que no tenga pálpito, que no tenga sentimientos, que no sea palpable. Todo late. Todo nos cambia y nos dice a donde ir, aunque en ocasiones, nos demos cuenta de eso demasiado tarde. Todo es una secuencia continua, que vive y se lanza, hasta que es interrumpida durante ese espacio de tiempo relativo, debido, al primer instante en el que se para el corazón y vuelve a latir, con una energía eléctrica nueva, renovada.
La interrupción, predestinada desde el primer latido.


Interrupción.

Las olas que hicimos crecer en nuestro interior, fueron interrumpidas,
Abandonamos la playa, sabiendo, que pronto y ya de manera inevitable, volveríamos a ella.

Descalzos, abandonamos la arena sombreada. Nos avisaron de que un autocar se había salido de la calzada.

"Estad atentos, algo a sucedido más allá, tened cuidado con lo que hagáis"

En el fondo, ya sabíamos que el autocar repleto de historias había volcado más a delante, aunque nunca llegamos a verlo, supimos que ahí estaba, no supimos relacionarlo con nosotros.

Prestamos atención a los faros del coche, para llegar al césped donde la gente adormilada celebraba un acto, al que los dos somos reacios y que la vida, de momento nos ha negado. Irónicamente, nuestra función, encomendada era captar sus mejores momentos, sentirla como nuestra y no dejar que eso se nos hiciera real. Cargados con dos cámaras y cuatro pares de pilas gastadas, volvimos a jugar a ser "fantasmas guarda-recuerdos" invisibles pero conscientes de que en ese momento, todo parecía volver a estar lejos de ser un sueño.

Dijimos basta bien pasada la media noche. Nos fuimos, atraídos por una botella de vino abierta, guardada a medio empezar.
Escondimos las cámaras y abrimos más los ojos, para volver a introducirnos en la arena sombreada, húmeda y fresca. E Inconscientes, descalzos otra vez, nos sentamos donde pocas horas antes habíamos dejado que todo fuera nuestro.
El viento menguó. El sonidos de las olas nos volvió a envolver e hizo que las cadenas de la vida fueran rompibles y de dudosa calidad. Sin saberlo, nos burlamos de ellas e hicimos que desaparecieran durante un breve espacio de tiempo. En ese instante, fuimos los dueños.

Dueños del silencio y de las palabras, de la arena y del agua. Del cielo y las montañas y por consecuencia, de nosotros mismos.

Con la piel oxigenada, el vino tinto entraba mejor. Pero no por ello nos costó más hablar. Nos dejamos llevar por historias de terror y una presencia sugestionada a nuestra espalda, que no se cansó ni un instante. Hablamos de magia y realidad, de la tierra y del universo, confeccionado por nuestra galaxia y mucho, mucho más allá. Hablamos de cosas impuestas por casualidad, más tarde de cosas impuestas por obligación y más tarde, por lo que nosotros de manera consciente, pudimos elegir en nuestras vidas.

-¿Qué será de nosotros?
-No lo sé, dejemos que la botella de vino decida.

De pronto, no nos pudimos controlar y nuestras almas se juntaron en una. Dejé caer el tabaco que tenía entre mis manos y te abracé, con miedo de hacerte daño. En la lejanía, muchas luces ya se habían apagado con el paso de las horas. Pero las que quedaban sonrieron a la par, viéndonos, ruborizadas, sentados en la playa, como dos granitos de arena más que se entrelazan entre ellos, para juntar sus cuerpos e intentar crecer, para reconstruirse de nuevo. Formando parte de un todo, formando una sola luz de color brillante, que pudo incluso hacer de faro para los barcos lejanos. Nos reportamos, nos recargamos, nos llenamos. Nuestras miradas lo dijeron todo, queríamos acurrucarnos, mientras la arena viva se mentía en nuestra ropa y se pegaba a nuestra piel.

Intentamos justificarnos, pero no pudimos, no era necesario.

Esa noche, nos acostamos al amanecer cansados, y al juntarnos de nuevo, decidimos, que esta vez seriamos nosotros que decidiéramos como acabaría esto. Pero más allá de nuestros deseos, más allá de nuestra necesidad, al final, lo dejamos todo en manos de azar. Para que nada pudiera ser interrumpido de manera real.

El curso natural de las cosas. Iluminemonos el uno al otro.

¿Cuantas probabilidades había de que acabara así?

Estrepitoso.

Somos más de 6800 millones de personas en el mundo. ¿Como vamos a entender que pretende una sola de ellas? Hay prácticamente actos infinitos para hacer que esa cantidad exagerada de millones de humanos coincidan en algún momento de su vida. Pero sin embargo, sucede. El azar, el destino, el libre albedrío, la coincidencia... Caprichos que se concede el universo. Cada paso que damos, es un rumbo a un futuro inalcanzable, la cantidad de cosas que nos pueden pasar en un solo día es completamente infinita. Lo que nos mueve a relacionarnos, a conocer, al sexo, es un lucha continua sin final.

Imaginate, que cada movimiento que hagas, por pequeño que sea, pueda cambiar tu vida entera. Nada puede detenerlo, casi da miedo. Ahora suma el acto, o la capacidad de comprensión de una segunda persona, el resultado, su respuesta o manera de asimilarlo, es una variable, que depende del momento, de como se encuentra y de su capacidad de relación, aceptación y asimilación de tu mensaje. Nos volvemos a encontrar con una infinidad de variables, que nos pueden llevar a la más absoluta felicidad o la destrucción inmediata. Pasando por todos los estados emocionales que puedan existir.

Y bien, el problema principal de la mala captación del mensaje suele ser la falta de confianza, o el hecho de no conocer del todo al receptor. ¿Y qué pasa? Que todo lo que había entre los dos sujetos cambia. Por no conocer, esa persona se lleva la peor de las impresiones, ante un acto, que si hubiera sido realizado ante una persona conocida y de confianza, probablemente hubiera pasado desapercibido, o incluso hacer gracia. Aceptación sin miedo.

Por otra parte, la conciencia de cada individuo, su ética, e incluso su sentido del ridículo, pueden hacer que se calle, o que no haga según que cosas. Controlamos nuestros actos, con la cabeza y con el corazón. Pero aveces las cosas escapan a nuestro control. Ese momento en el que somos completamente incapaces de controlar nuestros actos, cuando toda nuestra fuerza, ética y sentido común quedan completamente tapadas e inservibles. Lo que nos hace hacer eso, de manera natural, es la fuerza más poderosa que he llegado a conocer. El amor.

Hace poco empecé a conocer a fondo a una persona que me enseñó que el amor es incondicional, que tiene miles de formas y que cabe todo el mundo en él. Yo siempre he pensado, que el amor es solo un conjunto de reacciones químicas que sirve para hacer que la raza humana perdure. Sigo pensándolo, pero le concedo el beneficio de la duda, e intento verlo desde el lado más neutral posible. Bien, es un estudio involuntario a fondo, partiendo desde mi corazón roto sin ganas de amar, para entender, que aunque quiera, no puedo controlarlo. Me dejé llevar, me deshice de mis miedos, y me sumergí, sacando de mi todo lo que guardé durante tanto tiempo. No me conocí, todo era tan vivaz y abierto, tenía ganas de bailar, cantar, correr, fue como si dijera SÍ, a la droga más reconfortante del mundo, la sensación de amar, apenas la recordaba.

Tengo que reconocer, que soy extremadamente visceral. No me callé, fui sincero con ella y me correspondió. Me sentía como un niño de 6 años, todo era nuevo, mágico, bueno.

"Lo más grande que puede suceder es que ames y seas correspondido"

Todo hacía justicia a esa frase. La pensaba, rondaba mi cabeza, hizo nacer esas mariposas en mi estómago...
Pero me equivoqué. Todo en esta vida sucede por una razón, por eso no culpo a nadie. Pero hoy, por ser un niño, me he ganado el peor titulo que jamás me había podido imaginar.
Obsesivo.
Me dejé llevar porque lo necesitaba, el niño que dormía en mi lo necesitaba con ansia. Sólo quería jugar, ¡Quería ser libre! Quería experimentar, explotar, disfrutar, saborear y descansar.
Pero e aquí los actos que no podemos controlar, al ser pequeño, desconocía el riesgo, no conocía el miedo... Y el miedo y la confusión se apoderó de ella. No sé bien que pasó, pero puedo imaginar, que la falta de confianza, de conocimiento mutuo y por ser un mal momento, ella decidió que este no era el momento... ¡Malditos factores aleatorios! La vida es preciosa por no saber como va a acabar nada que empieza por algo. Pero la totalidad de los actos, son en si la magia terrible que selecciona nuestro destino final.

De todas formas, no puedo odiarla. En dos semanas ha revivido a este viejo Monstruo de Frankenstein de la camilla del Dr. Cardiólogo "Yo puedo curar su corazón"

Gracias a ella, sé que estoy vivo, siempre le deberé algo... De todas formas, el regalo que le fabriqué y no tuve oportunidad de darle, lo guardaré en el cajón, sin saber, por suerte, durante cuanto tiempo. Dejaré que los factores aleatorios decidan por mi. :)

N6

Hace años, al amanecer, miraba asombrado el reloj, pensando en mis adentros lo rápido que se había pasado el tiempo y lo tarde que era. Hoy, ver salir el sol ya es natural para mi. Hemos crecido, fuertes sin duda, siempre dormimos para ser perfectos y hacer que perfecto sea el día siguiente. Por lo cual yo tengo un defecto. No sé dormir, no puedo, no me sale, no quiero.
No tengo miedo a la noche, tal vez sea un amor sólido hacia ella y me cuesta abandonarla. O tal vez sólo sea una actividad neuronal acelerada, que me impide descansar hasta casi entrada la mañana.
Si más no. Es ella, que de manera natural y casi inconsciente ha curado una parte de mi, que casi había olvidado.

El sueño. Casos de hombres ambiciosos que llegaron a estar 20 días sin dormir ni un sólo segundo, llevándole eso a una locura parcial y a un descanso merecido de tan sólo 14 horas.

Hablamos, la lengua no respira cuando se mantiene activa... Horas y horas, para entender, que en realidad jamás llegué a enterrar mi faceta sentimental y romántica, sólo la cubrí con espelta, para que pudiera seguir creciendo de manera silenciosa. Un curso intensivo de sentimientos desbocados, que no se detiene. Ante un sentimiento despreciado, de manera defensiva ante cualquier acto.

Ella me habla y yo respondo.
A la luz de las farolas anaranjadas de las calles de Barcelona, ella no se da cuenta, pero cada palabra que produce es un baile de labios que me lanzan, impulsado hacia lo más profundo de mi corazón. Y no se cansa y se me eriza el pelo. Sigue hablando y yo atontado, respondo de manera automática y sin esfuerzo. Siento que funciono. Que funciona. Intercambiamos secretos, dudas y respuestas. Me rasca la fina capa que cubre mi yo para abrirme. Ella no sabía que lo haría. Pero lo hice.

Sé que nuestra voz baja retumba inevitablemente sobre los edificios. ¿Cuantos nos estarían escuchando? Pero seguimos hablando, y me desnuda, me desnuda en el tercer vaso de vino...

Entonces. Siento un "Crack" dentro de mi, y entiendo que la membrana se ha roto del todo... Sonrío levemente ante esa sensación. Ella no se percata... Pero yo me siento vivo otra vez.

De golpe. Como si alguien hubiera decidido robarnos horas, hizo salir el Sol. Y el barullo de la calle empezó a despertar... Y por fin ella, sin saber lo que había hecho en mi, se dejó llevar por el sueño y cayó cansada sobre la cama. Se durmió. Contemplé un instante cómo la primera luz del amanecer brillaba en su cara. Y satisfecho me acosté a su lado.

Me dormí.

Y recuerdo que soñé: No te vayas, deja que esto dure siempre. Quédate conmigo.

La esfera miedica, causada por una mala noticia, un día de lluvia y la falta de tranquilizantes químicos sin receta comprados en una ciudad perdida.

Miramos al suelo siempre antes de alzar la vista, porque así nos damos más tiempo para pensar, en lo que será. Somos hombres fuertes que no tenemos miedo al mañana, sólo tememos miedo a lo que nos sucedió y por más que luchamos no tenemos fuerzas para dejarlo marchar.

Es una atrocidad de color verde, enérgica y esperanzada. Da igual lo inclinada que este la colina, nos nos cuesta mandar al millón de secuaces cuesta abajo para que se enfrenten a lo que nosotros tememos, para tan sólo dejar de odiar y echar de menos. Sonreímos y gritamos de alegría, al escuchar por fin esa música altiva y sonora que se esfuerza por penetrar en nuestras mentes con el tono más salvaje y calmante que jamás hubiéramos podido imaginar. Por que siempre tenemos la necesidad de encontrar algo que nos indique que el apoyo está existente en una existencia efímera llena de baches y tropezones de almas mal digeridas.

Seriamos capaces de introducir el cuerpo desde la cara hasta los pies en una sustancia viscosa, rosa y blanda. Tan sólo para viajar atrás, a dos horas de lo que habíamos vivido, para poder arreglar ese pequeño detalle que afectará en gran medida el resto de tu vida. Seriamos capaces de introducirnos mil veces, sin tener en cuenta, que a la mil una quedaremos atrapados a dos horas de lo vivido, haciendo que lo afectante de nuestra vida, perdure para siempre en estado de crisálida, dura y banda. Haciendo que la cordura se pierda por siempre en el futuro al que nunca lograremos llegar, por la avaricia, el miedo y la impaciencia. Por no aceptar el condicionante que el destino te ha dado, por no saber apreciar el mal presagio, por no saber ver, que el mal, siempre se torna bien, cuando las leyes físicas de tu mente son forzosamente cambiadas con tu gran poder psicológico, que millones de vidas te dieron, sólo pidiéndote a cambio, tu sencillez, y tu bondad hacia la humanidad.

Estas lleno de miedo, y lo desprendes, te sale, te afecta. Afecta a los que están a tu alrededor, por eso ya nadie quiere estar contigo, porque eres una puñetera esfera gigante del malestar que supura odio y dolor a cada paso dado. Ya no te importan las palabras, por que has confundido el egoísmo con un acto de defensa rocoso y duro, tremendamente equívoco y dañino, que ahora, sin control ni medida aflora en interior de tus pulmones, te sale por la nariz y se te mete por los ojos hasta hacer, que todos tus sentidos queden adormecidos. Y no despertarás, no despertarás hasta que comprendas, que hoy es el final, que hoy es el principio de tu existencia infinita.

Los mausoleos no tienen medidas para tu obsesión, no tienes cabida en ningún sitio. Si quiera el infierno te quiere, porque incluso muerto, posees un grado de infección tan alto e incontrolable, que ni el más astuto de sus creadores será capaz de controlar... Acabarás con la vida y con la muerte, con la oscuridad y con la luz, por que tu miedo es tan potente, que arrasa con todo, con el mundo, los sistemas, las galaxias, el universo y la nada. Serás una esfera, incolora, inodora e insípida, con tamaño relativo, perdido en la nada, causando estragos a toda idea de vida o sueño de construcción corpórea, que el más grande de los poderes pudiera tener.
Destrozaras los sistemas de energía cósmica, conocerás lo que el humano nunca llegará a conocer un segundo antes de consumirlo con tu destrucción. Sólo te quedaran fuerzas, para poder llorar una vez más, antes de acabar con absolutamente todo lo que rodea a lo que un día creó el todo. hasta que al final, la voracidad de tu enfermedad se alimentará de ti. "El gigante a ojos humanos que destruyo la vida y lo que no es vida, ni tampoco es muerte, se consumió así mismo en acto de desesperación y locura, al no saber de que alimentar su cobardía"

Todo dado por un mal trago, todo dado por el miedo. La esfera que un día fue lo que nada en este universo quiso ser.

¿Como pudiste?

Él la vio salir de allí,
Ahora sabía la verdad,
Y se decidió...

Loco de celos la siguió,
tras apuntar la dirección,
resitiendose a llorar.


¿Como pudiste hacerme esto a mí?
Yo, que te hubiese querido hasta el fin.
Sé que no te arrepentiras.

La calle desierta, la noche ideal,
un coche sin luces no pudo esquivar.
Un golpe certero y todo,
se acabo enre ellos.

Él no quiso ni mirar.
Nunca daría marcha atrás
Una y no más, Santo Tomás.

¿Como pudiste hacerme esto a mí?
Yo, que te hubiese querido hasta el fin.
Y sé que no te arrepentiras.

No me arrepiento, volvería a hacerlo, son los celos.