Un algo que está solo.

Casi cuanto poseos es nada. Nada de lo que poseo es algo. Y busco en mi, la fiabilidad de un estado emocional, que a pesar de mi soledad me mantenga recto. Ya no és seguir un camino, sino encontrarlo. Llevo tanto perdido entre malezas, que en ocasiones vagas, se materializa en mi la idea de sentarme y dejarme morir a la merced de mi mala suerte. Una suerte encaprichada y dominada por algo que no soy yo. Por suerte, ya como último aliento, me propongo seguir adelante, sin importarme realmente no encontrar camino que me lleve a el calor interior. A la realización personal. Si nada es real, aunque todo lo fuera, la lucha es inútil. Pero para inútil aquel que se sienta y se deja morir a merced de un algo, un IT, que probablemente el mismo se haya creado. La lucha es inecesaría, la más injusta tal vez. Pero para que vivimos si no es para luchar por un propósito ireal, que a ojos de otro no tiene sentido, si lo que nos importa en primer plano es poder agradar. La soledad, no es una opción, aquel que está solo hoy, ayer tuvo una lucha interna insaciable e incansable, que hasta en pesadillas hacía escuchar su rechinar, para aceptar su condición de soledad.

Pero eso ya no importa, es facil. Si no lo aceptas, al bosque y ya te comeran los lobos.