Es una atrocidad de color verde, enérgica y esperanzada. Da igual lo inclinada que este la colina, nos nos cuesta mandar al millón de secuaces cuesta abajo para que se enfrenten a lo que nosotros tememos, para tan sólo dejar de odiar y echar de menos. Sonreímos y gritamos de alegría, al escuchar por fin esa música altiva y sonora que se esfuerza por penetrar en nuestras mentes con el tono más salvaje y calmante que jamás hubiéramos podido imaginar. Por que siempre tenemos la necesidad de encontrar algo que nos indique que el apoyo está existente en una existencia efímera llena de baches y tropezones de almas mal digeridas.
Seriamos capaces de introducir el cuerpo desde la cara hasta los pies en una sustancia viscosa, rosa y blanda. Tan sólo para viajar atrás, a dos horas de lo que habíamos vivido, para poder arreglar ese pequeño detalle que afectará en gran medida el resto de tu vida. Seriamos capaces de introducirnos mil veces, sin tener en cuenta, que a la mil una quedaremos atrapados a dos horas de lo vivido, haciendo que lo afectante de nuestra vida, perdure para siempre en estado de crisálida, dura y banda. Haciendo que la cordura se pierda por siempre en el futuro al que nunca lograremos llegar, por la avaricia, el miedo y la impaciencia. Por no aceptar el condicionante que el destino te ha dado, por no saber apreciar el mal presagio, por no saber ver, que el mal, siempre se torna bien, cuando las leyes físicas de tu mente son forzosamente cambiadas con tu gran poder psicológico, que millones de vidas te dieron, sólo pidiéndote a cambio, tu sencillez, y tu bondad hacia la humanidad.
Estas lleno de miedo, y lo desprendes, te sale, te afecta. Afecta a los que están a tu alrededor, por eso ya nadie quiere estar contigo, porque eres una puñetera esfera gigante del malestar que supura odio y dolor a cada paso dado. Ya no te importan las palabras, por que has confundido el egoísmo con un acto de defensa rocoso y duro, tremendamente equívoco y dañino, que ahora, sin control ni medida aflora en interior de tus pulmones, te sale por la nariz y se te mete por los ojos hasta hacer, que todos tus sentidos queden adormecidos. Y no despertarás, no despertarás hasta que comprendas, que hoy es el final, que hoy es el principio de tu existencia infinita.
Los mausoleos no tienen medidas para tu obsesión, no tienes cabida en ningún sitio. Si quiera el infierno te quiere, porque incluso muerto, posees un grado de infección tan alto e incontrolable, que ni el más astuto de sus creadores será capaz de controlar... Acabarás con la vida y con la muerte, con la oscuridad y con la luz, por que tu miedo es tan potente, que arrasa con todo, con el mundo, los sistemas, las galaxias, el universo y la nada. Serás una esfera, incolora, inodora e insípida, con tamaño relativo, perdido en la nada, causando estragos a toda idea de vida o sueño de construcción corpórea, que el más grande de los poderes pudiera tener.
Destrozaras los sistemas de energía cósmica, conocerás lo que el humano nunca llegará a conocer un segundo antes de consumirlo con tu destrucción. Sólo te quedaran fuerzas, para poder llorar una vez más, antes de acabar con absolutamente todo lo que rodea a lo que un día creó el todo. hasta que al final, la voracidad de tu enfermedad se alimentará de ti. "El gigante a ojos humanos que destruyo la vida y lo que no es vida, ni tampoco es muerte, se consumió así mismo en acto de desesperación y locura, al no saber de que alimentar su cobardía"
Todo dado por un mal trago, todo dado por el miedo. La esfera que un día fue lo que nada en este universo quiso ser.
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