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Publicado por
Xavier
en
17:56
Andrajoso, todo resulta así, andrajoso. Pero me gusta. Si no me gustara, almenos en lo más profundo de mi ser, ya estaría muerto. Poco a poco aprendo a aceptar mi vida, aunque en ocasiones me olvido, y decaigo en el desasosiego por enesima vez. Pero cada vez las caidas son de menos altura, y en ocasiones pueden resultar benévolas. Por ello la tierra bajo mis pies se eleva, dejandome de nuevo en el punto exacto de donde contemplé por el rabillo del ojo el mismisimo abismo. Por ello, me considero fuerte, fuerte, pero con ataduras y necesidades de las que ni el mismisimo diablo podría librarse. Lo terrenal y lo mundano son las cadenas más fuertes que brotan del subsuelo, aquellas cosas que te impiden llegar a la iluminación moral y ética, aquello que te engancha a la tierra y lucha contra tu propi evolución. ¿Pero a quién le interesa la evolución? Si tengo una mansión con piscina y spá. Tengo suministro de alcohol ilímitado, todas las mujeres que siempre había soñado, y suficiente marihuana para cubrir el mundo con su humo embriagador. ¿A quien le interesa la evolución? Que pena, soy un ser humano.
2 comentarios:
Un ser humano de lo más normal... ¿O un ser humano de lo más especial? :)
;)
No había leído esto.. hhmmm seres humanos y lo asquerosa que esta hecha la sociedad :(
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